La criogenización: ¿es posible congelar y revivir a seres humanos en el futuro?

La criogenización humana consiste en preservar cuerpos humanos a temperaturas extremadamente bajas con la esperanza de que futuros avances científicos puedan permitir su reanimación. Esta práctica está muy asociada con la idea de la inmortalidad.

La criogenización es un tema polémico. Muchos expertos consideran que la posibilidad de revivir a los muertos es más propia de la ciencia ficción. A pesar de esto, varios científicos están convencidos de que en los próximos 30 años será posible realizarla.

La criogenización

La criogenización comenzó hace 70 años con la conservación de espermatozoides para ganado. Con el tiempo, se expandió para incluir tejidos y órganos pequeños, como la córnea, tejidos de ovarios, piel y riñones de pequeños animales.

En la actualidad, se puede realizar la criogenización tanto del cuerpo entero como solo del cerebro. En muchos casos, solo se preserva el cerebro, ya que se considera la parte más crucial de la identidad humana.

Desde un punto de vista biológico, el futuro podría permitir la clonación de cualquier parte del cuerpo, incluida la transferencia del cerebro a un cuerpo clonado. A largo plazo, se espera que la tecnología permita transferir toda la información contenida en el cerebro a un nuevo tipo de cerebro, que podría no ser necesariamente biológico.

¿Es posible?

La criogenización se apoya en la evidencia acumulada a través de diversas aplicaciones científicas. Desde que surgió la fertilización in vitro ya han nacido aproximadamente 12 millones de seres humanos a partir de óvulos o embriones congelados. Esta técnica también ha sido aplicada exitosamente en la reproducción de ganado y otros animales.

La rápida evolución de la ciencia sugiere que en los próximos 30 años podríamos comenzar a ver avances significativos en la criogenización y reanimación de órganos. Expertos como los de la Fundación Alcor y el futurista Ray Kurzweil proyectan que en la década de 2050 se podrían lograr estos avances.

No hay un límite específico para el tiempo en que una persona puede permanecer criopreservada. Los tejidos y órganos conservados en nitrógeno líquido, a temperaturas de aproximadamente -196 grados Celsius, permanecen estables sin actividad biológica. Esta baja temperatura previene el deterioro y permite la conservación indefinida.

Obstáculos

Desde el punto de vista científico, la criogenia enfrenta serios obstáculos. Durante el proceso de congelación, la formación de cristales de hielo en los tejidos biológicos puede causar daños celulares irreparables. Esto plantea serias dudas sobre la posibilidad de una reanimación efectiva.

Así mismo, aún no está desarrollada la tecnología necesaria para revivir a una persona después de períodos prolongados de criogenia. Los avances necesarios para superar estos problemas son inciertos.

Uno de los principales problemas éticos es la posibilidad de que se estén generando falsas esperanzas para individuos y sus familias. No hay pruebas científicas robustas que demuestren la viabilidad de la resurrección criogénica. Por eso, existe el riesgo de que los servicios de criogenia exploten a personas en momentos de vulnerabilidad.

Adicionalmente, la criogenia no tiene una regulación adecuada. Hay vacíos legales en cuanto a la propiedad, responsabilidad y custodia de los cuerpos preservados. Esto es problemático tanto para los proveedores de servicios como para los clientes.

Un avance importante

Un equipo de investigadores de la Universidad de Fudan, en Shanghái, logró un avance significativo en el campo de la criogenia. Consiguieron revivir tejidos cerebrales humanos que habían estado congelados durante 18 meses.

Este gran avance se registró en un estudio publicado en la revista Cell Reports. Allí se presentó un nuevo método de criogenización denominado MEDY. Este método ha sido diseñado para preservar tanto la estructura como la funcionalidad de las células neuronales.

Durante el experimento, los científicos cultivaron organoides cerebrales a partir de células madre embrionarias humanas. Estos fueron congelados y luego descongelados.

Los resultados demostraron que los organoides tratados con MEDY conservaron su apariencia, crecimiento y funcionalidad de manera comparable a aquellos que no habían sido congelados, incluso después de un año y medio de criogenización.

Retos y críticas

Como hemos visto, la criogenización no está exenta de controversia y críticas. Muchos científicos y éticos cuestionan la viabilidad de este proceso, argumentando que la tecnología actual no permite la reanimación de cuerpos congelados sin dañar irreparablemente sus tejidos. Además, existen dudas éticas sobre la posibilidad de revivir a una persona en un mundo y una sociedad completamente diferentes a los que conocía en vida.

A pesar de estas críticas, los defensores de la criogenización argumentan que la tecnología avanza a pasos agigantados y que en un futuro no muy lejano podría ser posible reanimar a personas congeladas. Algunos incluso sugieren que la clave para lograrlo podría estar en la nanotecnología, la inteligencia artificial o la clonación.

La actualidad del proceso

En la actualidad, la criogenización se practica principalmente en animales y células, con resultados mixtos. Si bien se ha logrado congelar y revivir con éxito pequeños organismos como gusanos y renacuajos, el proceso sigue siendo extremadamente delicado y complejo cuando se trata de seres humanos.

Además, la criogenización no es un proceso barato. Las empresas que ofrecen este servicio cobran cifras astronómicas a quienes desean preservar sus cuerpos, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la ética y la moralidad de lucrar con la esperanza de las personas.

¿Es realmente posible congelar y revivir a seres humanos en el futuro? ¿Estamos jugando a ser dioses al intentar desafiar a la muerte de esta manera? ¿Vale la pena invertir recursos y esfuerzos en una tecnología que aún está en pañales?

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Criogenia